Tasación de Antigüedades
Como Tasadores de Bienes Muebles (contenido), no es de extrañar que alguna vez nos encontremoscon el caso dar valor a un mueble, por ejemplo, cuyo dueño nos dice que tiene más de cien años.Antes de empezar puntualizo que prefiero la palabra antigüedad o obra de arte ya que la consideración de la misma como tal, en este caso un mueble, no corresponde a un tasador sino más bien a un conocedor de arte, historiador o un crítico. Gustos y consideraciones estéticas aparte, y para el caso que nos ataña, la inclusión de una pieza que por sus características la debamos clasificar como no contemporánea, en una lista entre los demás objetos para su tasación, representa un reto para el cual debemos estar muy preparados. Aun siendo el espacio limitado, pero espero que por lo menos estas pocas líneas sirvan para abrir el apetito a aquellas personas que como tasadores de contenido quieran entrar en este maravilloso mundo de la tasación de antigüedades.
Podemos establecer tres pasos muy generales para la realización de un informe de tasación: catalogación, estudio y valoración.
Mediante la catalogación ubicaremos la pieza en un determinado periodo histórico; la firma (autor), el estilo (Modernismo, mueble estilo Luis XV, etc.), la procedencia y por su puesto su utilidad, nos permitirá catalogarla y por lo tanto estipular su fecha, aproximada, de realización.
El estudio nos dirá en qué estado de conservación se encuentra y por su puesto nos dirá también si la pieza es realmente del momento histórico que parece ser; huelga decir que es el punto, a mi modo de ver, más difícil de tratar. Las falsificaciones son muchas y muchas muy bien hechas. La tela en un cuadro, las imperfecciones y la pátinaen un mueble así como la existencia de insectos en la madera, herrumbre en los clavos, los herrajes, etc., nos pueden ayudar mucho. Huelga decir que existen procedimientos científicos más o menos definitivos (rayos X, infrarrojos, etc.), pero que por su coste debemos tenerlos en cuenta siempre y cuando veamos que vale la pena echar mano de ellos o bien porque el cliente asume su coste, que no es poco.
Y para finalizar, la valoración. Puede ser una pieza realmente antigua pero valer poco porque se llegaron a fabricar muchas, o bien valer muchísimo por ser única. Su estado de conservación en vital. En cualquier caso, será el mercado quien marcará el precio. Las casas de subastas, páginas WEB, experiencia, etc.,son las herramientasde un tasador. Partiendo de nuestro particular estudio de mercado, daremos un precio, que siempre será aproximado y dentro de una horquilla entre un máximo y un mínimo.
Ernesto Ferrando Llimós
Experto en arte